-¡ Mírame a la cara y dime que me quieres!
- Por favor no empieces
-Dime que me quieres mirándome a los ojos. Dime que me quieres como el primer día. ¡ Dímelo!
-No sigas.
-Por favor-susurró ella mientras le caía una lágrima por la mejilla-
-Sabes que te quiero
-Pues no dejes que esto muera. No dejes que esto se nos escape de las manos como si solo fuese polvo. No dejes que se nos vaya. Lucha, luchemos. Pero no dejes que se muera-lloró ella.
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