Esto es como un bombardeo, de repente te das cuenta de cosas que ya sabías, que habías reprimido hasta el punto de mantener una cordura racional, una cordura que te permitía vivir en armonía con el movimiento del mundo tan acelerado en el que vives. Pero de repente, mientras saltas, cantas,bailas, gritas, vitoreas y de más, te das cuenta que ahora mismo las emociones que has reprimido afloran rápidamente, como una bomba de relojería, con los minutos contados, con las sensaciones contadas, con la lágrimas a flor de piel y en ese breve instante te das cuenta de que no tropiezas con esa piedra a la que has con tanto empeño intentado eliminar de tu vida si no que nunca saltaste por encima de ella, que jamás dejaste que el tiempo curase las heridas, que los sentimientos amainasen de forma permanente y sientes un nudo en el estomago, un nudo en las cuerdas vocales que hace que pierdas la capacidad de cantar, de chillar, de vitorear y te sientas respiras y las recuperas. Recuperas todas las ganas por que estás ahí, por que has llegado hasta ese punto, por que has sabido mantener la compostura en momentos peores.
Pero acaban los vitoreos, las canciones, los montones de gente pegándose mientras bailan,sudan, ríen y cantan y llegas a casa pero sigues sin saber como sentirte. Mientras esperas que las lágrimas florezcan, que la rabia te consuma por dentro, que la pesadumbre te arrope esta noche te cambias de ropa, te lavas la cara, ordenas un poco tu cuarto y comienzas a escribir.
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