Vives mejor despierta que soñando.

Tiemblas. Ries. Tiemblas. Ries. No sabes que hacer, no sabes por donde empezar, no sabes que escribir, no sabes que decir. Es tan inmenso todo, que en realidad es increíble.

No sabes que contar, no sabes como explicarlo todo. ¿Qué ha pasado? ¿Un mes? ¿Mes y..? Y todo ha cambiado de forma radical. Eres aquella niña que se ve en un formato diferente: Sonríes, ríes, vives, sientes, quieres, disfrutas.

Hace mucho tiempo que quise poder ofrecerte el mundo, a veces me pregunto; ¿Cómo he llegado hasta aquí yo sola? y te das cuenta de que nunca estuviste sola, tenías a tanta gente apoyándote en los peores momentos, que te faltan manos para contar.

La miras y sonríes y sabes por que sonríes, lo sabes: Por que te hace la persona más feliz sobre la faz de la tierra. Por que recuerdas momentos y momentos y al final han merecido la pena.

Sientes como te arropa la noche, la dulce y fría noche y no temes cerrar los ojos e imaginar que la tienes contigo, no temes soñar que es parte de ti, no temes soñar que vives lo que en su día solo fueron sueños por que después de tantas lágrimas, de tantos quebraderos de cabeza, de miradas fugitivas, de manos envueltas cubiertas por las sábanas: Ella forma parte de ti y vives mejor despierta y que soñando.