The greater the struggle, the more glorious
the triumph.
A veces en la vida una
persona se cae, y se da de bruces contra el suelo. Y te caes tantas veces en la
vida que llega un punto donde no quieres levantarte, donde quieres que el frio
suelo se coma tus extremidades, que te deje a la dura intemperie del invierno
pero NO. Si te caes te levantas. Es una obligación por que si no te levantas,
la vida deja de tener sentido. Dejas de sentir los dolores que tiene esperados
para ti tu destino y también te privas de las felicidades que vienen
acompañadas. Te privas del amor de una familia, de unos amigos, de todas las
parejas, de todas aquellas personas que rechaces, del amor de tus hijos, de tus
sobrinos o de tus nietos. Te privas de los dolores físicos, de los dolores psíquicos,
del cansancio emocional que produce el vivir.
Si te caes, te levantas.
Está prohibido quedarse en el suelo, está prohibido dejar de intentarlo por que
al fin y al cabo lo único que merece la pena es vivir.
Piénsalo. ¿Por qué estás aquí?
Porque así tuvo que ser, por que el amor entre dos personas te creo a ti. Te
dio la oportunidad de darle al mundo ese pedazo de ti que quieres darle, esos
pequeños y casi minuciosos cambios que has hecho pero que te hacen ser
importantes en una esfera de casi 7000000000 habitantes.
No renuncies a lo que el
amor ha producido. No renuncies aunque se caigas. No renuncies aunque no
quieres seguir. Continua y acaba lo que has empezado.
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