Es una escena romántica la que tengo grabada a fuego en mi corazón cuando pienso en ti. No son malos recuerdos y aquellos recuerdos no son lejanos. Son próximos a mi, son dulces y cariñosos.
Siempre que pienso en usted se dibuja una sonrisa permanente en mi cara, haciéndome saber y a todo aquel que me conozca que es usted la que se ha adueñado de mi ser y mi felicidad.
¿Quién diría que ha transcurrido tan poco tiempo desde que nos entregamos la una a la otra? Con todo lo que ha pasado desde aquel curioso día, todo el mundo, hasta yo que lo vivo en primera persona, podría decir que paso hace décadas. Pero se confunden, creen haber visto esta unión desde hace tiempo pero solo puedo achacar este pensamiento a la felicidad que nos hemos provocado la una en la otra y la dicha que hemos traído.
Tengo que decirte, que sois una persona maravillosa, alguien que ha puesto ese haz de luz en mi vida que necesitaba. Quien considere oportuno decir que me equivoco es que no te conocen como yo estoy llegando a conocerte.Sois mi princesa azul, esa mujer que todo el mundo espera en su vida, aquella sonrisa radiante que hace dichosa la vida de una.
Te escribo esta carta con el fin de hacerte saber que sois la única mujer en el mundo capaz de hacerme feliz, la única con esa aura que la envuelve y que la hace tan especial para mi.
Bien podrá decir que no es perfecta, que no es atractiva o dios sabe que, pero para mi usted lo es todo es atractiva, es inteligente, curiosa en su más buen sentido, es divertida y es perfecta para mi.
Solo deseo que usted sienta algo parecido en su interior hacia mi humilde persona y que podamos ser felices juntas el resto de nuestras vidas.
Espero que esta carta le llegue
y deseo fervientemente obtener
una respuesta suya.
Siempre suya, Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario